martes, 8 de noviembre de 2011

APLICACIONES FARMACÉUTICAS Y COSMÉTICAS DE LOS CRISTALES

La formación de una interfase con una interfase líquido cristalina o gel estabiliza una emulsión debido a que impide la coalescencia.

Estructura de una emulsión con una interface líquido-cristalina.
En este tipo de emulsiones se adsorben las moléculas del emulsionante (incluidas las de alcoholes de cadena larga y ácidos grasos, entre otras sustancias anfifílicas) en la interface aceite-agua formando una multicapa. Esta multicapa que rodea a las gotas de la emulsión reduce las interacciones de van der Waals entre las gotas de aceite y actúa como una barrera contra la coalescencia. Susuki, Takei y Yamazaki (1989) atribuyen la estabilidad de las emulsiones con cristales líquidos al incremento de la resistencia mecánica de la interfase aceite-agua y la fijación de las gotas de la emulsión a la estructura líquido cristalina.

 Un equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid ha descubierto propiedades de luminiscencia en cristales líquidos basados en complejos metálicos de materiales como el oro, el paladio, el platino, el cobre o la plata, lo que abre las expectativas de aplicación en tareas de detección de determinadas sustancias en los alimentos o en la creación de nuevas pantallas planas para televisiones y ordenadores, todo ello con un bajo coste.

Los usos de los cristales líquidos en general son muy variados y están presentes en la vida cotidiana, de hecho, uno de los más novedosos se está dando en el campo de la detección precoz del cáncer, donde se aprovecha sus características para detectar los cambios de temperatura asociados a la aparición de tumores tempranos. Otro ejemplo del uso habitual de compuestos de cristal líquido es el jabón, donde está presente, o los emulgentes que llevan las mermeladas y yogures. 

En el caso de los cristales líquidos con propiedades de luminiscencia, su aplicación es muy variada, pero cumplen especialmente bien los requisitos necesarios para la preparación de nuevas pantallas planas con mejores propiedades que las conocidas hasta ahora. Además, este mismo tipo de cristal líquido, modificando mínimamente parte de su composición abre muchas expectativas de conseguir sensores de iones que pueden aplicarse en la detección de determinadas sustancias en los alimentos, de modo rápido y barato, y evitando complicados análisis químicos necesarios hasta ahora para determinar su composición.

Otra de las propiedades descubiertas en este tipo de cristales líquidos "es la conducción eléctrica en una única dirección", según resaltó Silverio Coco, que puede ser de especial aplicación en la telefonía móvil, a través de la aplicación en conexiones moleculares para su funcionamiento, lo que permitirían reducir el tamaño del aparato. Este tipo de conducción implica que las corrientes de información pueden ser enviadas en una sola dirección, frente a los conductores de información y energías clásicos. Sería como si el cobre, en vez de transmitir la energía desde cualquiera de sus puntos de la superficie, lo hiciera desde un único punto y en una sola dirección.


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